15 años Intoxicados
28 julio, 2020Nasha Natasha, Gente de fuego loco
28 julio, 2020El aire enrarecido y violento de mitad de los 70, reflejado desde el arte, con una nueva cita en medio de la virtualidad con nuestro teatro.
Desde este miércoles 29 de julio a las 20 h y hasta el sábado 8 de agosto inclusive, estará disponible en el Cervantes online Un domingo en familia, con subtítulos en español.
El 28 de diciembre de 1975 secuestran y desaparecen al dirigente de una organización revolucionaria a la vera del Río de la Plata, en uno de los recreos que bordean la costanera. Ese día, el dirigente había concurrido con su familia, soslayando varias de las prescripciones que su organización había trazado un año antes, luego del pase a la clandestinidad. Después de su desaparición, el Tribunal Revolucionario lo encontró culpable por haber violado una serie de normas que posiblemente él mismo habría formulado.
¿Cuáles eran las responsabilidades de un conductor revolucionario? ¿Cómo se entrelazaban las tareas propias de la militancia con la vida en familia? ¿Cómo convivían, en este contexto, el deseo y la ética? Un domingo en familia construye un intenso y apasionado travelling por la historia de la militancia argentina en los años 70.
La obra escrita por la maestra Susana Torres Molina, contó con dirección de Juan Pablo Gómez y con la presencia en escena de Anabella Bacigalupo, Lautaro Delgado Tymruk, Juan De Rosa y José Mehrez y se presentó en la sala Orestes Caviglia del TNC durante la temporada 2019.
El cuadro se completa con la música de Guillermina Etkin, la iluminación de Patricio Tejedor, la escenografía de Paola Delgado y el vestuario de Roberta Pesci.
Como viene ocurriendo en estos días de aislamiento, la propuesta incluye el Detrás de escena de la obra.
La dramaturga Susana Torres Molina trabaja aquí como una suerte de compiladora: no sería necesario agregarle nada a la realidad, basta con citar y agrupar sus más disonantes versiones. Entonces, la autora no pareciera escribir sino más bien escuchar, como si no existiera la mediación entre la obra y el testimonio, como si la ficción fuese, en definitiva, pura postproducción de la Historia. En efecto, no hay (lejos del thriller histórico) combatividad ni heroísmo en la tarde crepuscular de este domingo en familia. Y, sin embargo, la escena que rige toda la obra no podría ser más poderosa: un hombre sonriente, a la vera del río, con “el corazón más vivo que nunca”, está a punto de morir.