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7 diciembre, 2018Clorindo Testa: “Esta es mi Casa”
Pensar y repensar, desde una mirada actual, el singular legado plástico del pintor y arquitecto nacido en Italia en 1923 y fallecido en Buenos Aires en 2013, esa es la premisa de la muestra homenaje a Clorindo Testa que prepara el Museo Nacional de Bellas Artes.
La exposición desplegará pinturas, dibujos e instalaciones realizadas a partir de 1968 en una selección que explora el cruce de disciplinas y presenta los modos en que su pensamiento visual se nutre de las técnicas de la arquitectura en la representación del espacio, herramientas con las que trabaja temas propios de la urbanística y la ecología.
“La paradoja que hace de la arquitectura un momento estático, congelado en el tiempo, recobra un dinamismo perturbador en la producción plástica de Testa”, sostiene Andrés Duprat, director del Bellas Artes. “Si en su brutalismo arquitectónico perseguía la verdad cruda de la materia que sustenta el habitar, con énfasis en la geometría abstracta que modula construcciones y vida urbana, en su obra plástica replica el gesto, desafiando las convenciones sobre el arte y sus circuitos de legitimación”.
En el hall central del primer piso, la obra que abrirá la exposición es “Apuntalamiento para un museo”, reconstrucción de la instalación que Testa realizó en 1968 en el Museo Nacional de Bellas Artes para la muestra colectiva “Materiales, nuevas técnicas, nuevas expresiones”, auspiciada por la Unión Industrial Argentina. En ella, el artista desafió la “casa del arte”, con un gesto entre crítico y humorístico: un andamio ubicado dentro del edificio sostenía una pared y el techo. Con esa estructura, introducía en el mundo del arte un dispositivo indudablemente arquitectónico y unía sus dos pasiones ‒el arte y la arquitectura‒, para señalar la crisis que atravesaban por entonces las instituciones.
Las curadoras de la muestra, María José Herrera y Mariana Marchesi ‒directora artística del Museo‒, explican: “Como arquitecto, Testa reflexiona sobre las falacias de la modernidad y su funcionalismo, critica el hacinamiento y las rutinas de ordenamiento a las que el ciudadano contemporáneo está sometido. Desde la pintura, desarma los postulados de la arquitectura moderna y racionalista, aquella que había marcado su formación”.
Inspirado en eventos de su niñez o en la historia, el artista enunció en sus obras un mensaje ecológico y social en el que reflexionó sobre las implicancias históricas de las pestes, como amenaza o agente contaminador. Si las epidemias del siglo XIV surgían de procesos naturales, el sentido de catástrofe ecológico-urbana al que alude Testa es consecuencia directa de la acción del hombre.
Desde finales de los años 80, su lenguaje, siempre expresionista, cita de diversos repertorios y disciplinas, de fragmentos superpuestos de distintas temáticas e imágenes, sintonizó con las tendencias de la denominada pintura posmoderna. Una de sus temáticas predilectas en esta época fue la historia de América, en particular la empresa económica que impulsó las grandes travesías hacia el nuevo mundo en el siglo XV y sus consecuencias: la explotación y el sometimiento de los pobladores originarios.
Otro de los temas que Testa abordó desde sus primeros bocetos es el problema urbanístico de la transformación de Buenos Aires. Como arquitecto proyectó edificios emblemáticos de la ciudad (la Biblioteca Nacional o el ex Banco de Londres, hoy Banco Hipotecario), mientras que como pintor representó los planos de la gran urbe desde su fundación, y recreó el crecimiento desordenado de las manzanas en la actualidad, con los espacios vacíos entre ellas y la plaza como lugar de encuentro. Para Testa, la arquitectura es un sistema de significación, semiótico, además de forma y espacio para el habitar.
“Toda su trayectoria puede pensarse como una gran reflexión sobre la tensión irresuelta entre los modos de vida y los dispositivos ‒la casa, el museo, la galería, la calle‒ en que transcurren. Una pulsión liberadora que convoca la potencia metafórica del color y las formas, así como vuelve alegórica la materia desnuda, atraviesa sus trabajos como un indicio sugestivo de que un enigma siempre confiere sentido a las cosas con las que tramamos nuestra vida”, sintetiza Duprat.
Las 33 obras en exhibición provienen de la colección de la familia Testa, y de otros acervos públicos y privados, como el Bellas Artes, Cancillería Argentina, Fundación Proa, colecciones Balanz Contemporánea y Daniela Mac Adden.
La apertura de la exposición será el Martes 11 de Diciembre.