Novedades del 3 de Enero
3 enero, 2019Zabeca Dúo
5 enero, 2019“¿Cómo hacen para tener las noticias al instante?”, se interesó Mirtha Legrand ni bien comenzó uno de sus tradicionales almuerzos, en vísperas de la navidad de 1997. En el estudio de Canal 9, vestido de saco y corbata, Héctor Ricardo García ensayó una sonrisa pícara. “Yo les cuento –siguió Chiquita mirando fijo a cámara, en complicidad con su público-, el ladrón me estaba robando mis alhajas y la noticia ya estaba saliendo en Crónica TV”.
Crónica TV cumple 25 años y en estos días parte de su historia vibra no solo en las placas rojas, sino también en las páginas del libro “Fue Primicia. Historia de Crónica TV, el canal de noticias firme junto al pueblo”, que acaba de publicar el periodista Marcelo Figueroa.
Figueroa se mete con el pulso perfecto en el trasfondo de una pasión, porque si algo ha caracterizado a Crónica a lo largo de todos estos años, es la pasión por la noticia.
Mitos o escalofriantes verdades, los mundos detrás de la pantalla de las placas se leen con urgencia en el libro.
“Un antiguo aparato de radio VHF instalado en la redacción de CrónicaTV era otra parte de aquel secreto que guardó García. Ese receptor ventiló varias de las primicias que aparecieron en pantalla en forma de placa roja. Los productores lo apodaron “el monito” por los ruidos chillones que largaba a través del parlante.
La radio captaba la frecuencia de la Policía Federal, una fuente inagotable de información urgente durante todo el día. Sólo había que sentarse a escuchar lo que allí se decía para llegar al lugar de la noticia casi al mismo tiempo que los investigadores o, si la suerte los acompañaba y el tránsito ayudaba, antes.”
La placa roja ha sido sello, marca de nacimiento, una herramienta vital que ya es un libro aparte.
“Fue primicia”, también se mete pues con las famosas placas rojas: las históricas y las insólitas.
“En la oficina de García no había tecnología tan sofisticada. La “máquina de hacer las placas”, acaso la herramienta más importante que tiene esta señal informativa, estaba ubicada en el control central, celosamente custodiada por un operador durante las veinticuatro horas. Aparentaba ser una computadora más, pero aquí era la vedette. Una estampita con la imagen de Jesús y otra de la Virgen María eran testigos de cada línea de texto que ingresaba en su memoria.
Fue en ese aparato, instalado entre una veintena de monitores, reproductores de video y una maraña de cables enredados, donde tomaron forma los primeros carteles que inundaron la pantalla con noticias urgentes. “Una placa roja vale más que quinientos mil ejemplares de Clarín”, asegura el creador de Crónica. Sabe que sus títulos generan un efecto hipnótico: cuando se anuncia en letras catástrofe un “último momento” es imposible dejar de mirar a la televisión para saber qué pasó.
Cuenta Marcelo Figueroa: “Uno de los operadores de videograph con más antigüedad en la señal aporta un dato clave sobre su trabajo. Cuando se le pregunta qué requisito debe cumplir una información para ir a la placa roja responde sólo con una palabra: “sangre”.
Larga vida a CrónicaTV, felices 25.
Larga vida a los periodistas notables, como Chelo Figueroa, autor de “Fue Primicia” que acá te cuenta todo.