Después de Casa de Muñecas

Lucas Hnath recogió el guante que revoleó Nora cuando dio el portazo, en la famosa Casa de Muñecas de Ibsen.
Y Nora regresa, 15 años después, un poco porque hay algunas cuestiones que subsanar, si no quiere terminar presa…y otro poco porque volver es inevitable a veces.

El equipo de trabajo no puede ser mejor: Nora es Paola Krum. Paola que vuela en el escenario derramando sutilezas, una fortaleza inmensa, la misma que la llevó al portazo que era el salvavidas y el puente hacia el infinito de posibilidades que soñaba, pero también era el portazo que la iba a separar para siempre de sus hijos.
Krum arrasa con su fortaleza, pero también con la fragilidad de todo lo que se le viene encima, enfrentándose a personas y fantasmas que habitan en lo que supo ser su familia.

Jorge Suárez es un maestro perfecto de los climas, todo en su presencia es verdad. Es un Torvald ensimismado, descompuesto del dolor, que aun en ese presente sostiene batalla en su pecho, entre el amor y la venganza.

Julia Calvo es sencillamente brillante. No importa el papel que le toque, obra tras obra, Julia Calvo es una de esas actrices tan enormes que jamás pasan inadvertidas. Aquí, interpretando a la nana que se quedó junto al atribulado hombre para acompañarlo en la casa y ser pilar en la crianza de los niños, se roba aplausos no solo por su solidez interpretativa, sino también por balancear con precisión, algunos momentos donde el sentido del humor, ayuda a que se fugue un tanto el dolor de esa gente resquebrajada.

Y la hija, la hija de Nora, la de Ibsen y también la de Grandinetti, Laura, repite ese sano ejercicio de hacer vibrar a una criatura en escena.

Todos, comandados por el Capitán Fantástico Javier Daulte, quien juega con la puesta , donde todos seremos testigos (¿o jueces?) de esta mujer, que en tiempos de insoportable desigualdad entre el hombre y la mujer, se animó a cuestionar una institución ¿sagrada? como el matrimonio, a soltar todo por un mañana mejor.
Sin importar el juicio de la gente, sin importar el que dirán de propios y ajenos, sin importar el dolor y las miserias que le esperaban, Nora tomó las riendas de su vida, como si fuera fácil, y decidió apostar a vivir esta vida, única, que merece ser vivida nada más y nada menos que por cada dueño, por cada dueña.

Soberana, erguida sobre sus pies que tras los pasos en carne viva se sostienen y se hacen roble, acá está Nora, la de Ibsen, la del portazo, la de los sueños y la voz propia.
Nora, cualquiera de nosotras.
Será sin dudas esta obra maravillosa, una de las puestas aplaudidas e imperdibles de la temporada.

IMPORTANTE

No es necesario estar familiarizado ni haber visto previamente el clásico de Ibsen Casa de
Muñecas para comprender y disfrutar de esta nueva obra, ya que la trama tiene su propia
entidad y desarrollo.

DESPUES DE CASA DE MUÑECAS

Autor LUCAS HNATH
Traducción y Versión FERNANDO MASLLORENS y FEDERICO GONZALEZ DEL PINO

PAOLA KRUM JORGE SUAREZ
JULIA CALVO
LAURA GRANDINETTI
Dirección JAVIER DAULTE

Diseño de Escenografía ALICIA LELOUTRE & JULIETA KOMPEL
Diseño de Vestuario ANA MARKARIAN
Diseño de Iluminación SEBASTIAN FRANCIA
Pelos ALEJANDRO GRANADO
Director Técnico y de Montaje JORGE H. PEREZ MASCALI
Asistente de Dirección & Stage Manager GUIDO LOSANTOS
Supervisión de Sonido PABLO ABAL
Asistentes de Vestuario BETINA ANDREOSI
Vestidor HECTOR FERREIRA
Fotografía Estudio ALEJANDRA LOPEZ
Comunicación Audiovisual MILWATTS