La Magia de Mulán
8 julio, 2019Erlich Liminal
11 julio, 2019“Si no me recuerdan cuando yo vuelva
les dejo esta zamba contra el olvido
porque la ausencia mata y el solo muere de soledad,
para que no se olviden, me llevo el vicio de no olvidar”
Sentimiento puro en cada estrofa de la Zamba del que anda solo, Araceli Matus puso su dulce voz, en una versión convertida en regalo único y sincero para su abuela.
Es que todos los que participaron en el Homenaje a Mercedes Sosa en el Teatro Ópera sabían que era un día para regalos especiales.
Una unión, una voz, una anécdota, una pintura al pasar de lo que representó Mercedes en sus vidas y en las nuestras, fueron el tributo perfecto en una jornada de homenaje y memoria.
Pasados algunos minutos de las 16, un Teatro Ópera colmado recibió a León Gieco, Piero, Víctor Heredia, Julia Zenko, Liliana Herrero, Soledad, Bruno Arias, Pedro Aznar, Franco Luciani, Orozco-Barrientos, Lito Vitale y Alejandro Lerner para tributar en el día de su cumpleaños y a diez años de su partida, el mundo habitado por el amor a la música, el mundo de Merecedes Sosa. Allí estaban sus músicos, Colacho Brizuela, Carlos Genoni, Rubén Lobo y Beatriz Muñoz, comandados todos por Popi Spatocco.
El Himno Nacional Argentino fue el preludio para una tarde en la que iban a latir fuerte los corazones.
Y aparecieron las uniones mágicas, las canciones de siempre, los pensamientos compartidos…
Y apareció ella, Mercedes, en cada uno de esos recuerdos, pensamientos y canciones.
Alejandro, Piero, León…
Liliana, Lerner, Barrientos…
Piero, Franco, Brunito…
Teresa en la pantalla comparte su emoción: “Mercedes es de la personas que nacen para siempre”
Y por eso ahi están todos celebrándola.
Pedro, la Sole, Franco.
Pedro que sentencia: “Mercedes no sólo hablaba de la libertad. Ella, la encarnaba”.
Víctor, Julia, Soledad…
Sólo le pido a Dios, Como la cigarra, María María, Los hermanos…
Tarde de homenaje, tarde de sentirla viva una vez más. En las canciones de la tierra, en las canciones del rock, en las canciones de la Patria Latinoamericana.
Tarde de libertad y de compromiso. El mayor, el de mantener viva la llama de su arte para siempre, para nuestro tiempo y para todos los que han de venir.
Como dijo Franco Luciani “Que nadie quede sin saber quien fue Mercedes Sosa”.
La yapa: No se pierdan un fragmento de la presencia de Araceli Matus en el escenario, casi escondida entre los instrumentos, pequeñita, pero protegida por el ala de grandeza enorme del legado de su abuela.
Ese legado que ella protege y difunde con garra, desde la Fundación Mercedes Sosa.
Ph: Mono Gómez