Fin de Festival
18 noviembre, 2019Planta Permanente conmovió en Mar del Plata
18 noviembre, 2019Se entregaron este domingo los premios de la edición 34 del Festival de cine de Mar del Plata y la ópera prima de Maura Delpero, Hogar, obtuvo dos distinciones.
Hogar recibió por la tarde el Premio Fipresci a la Mejor Película Argentina de todas las Competencias y por la noche en la ceremonia central, fue distinguida con una Mención Especial en la Competencia Argentina.
Hogar se estrenará el 12 de diciembre en salas comerciales.
Recientemente Hogar también obtuvo la Mención Especial del Jurado, en Locarno, conjuntamente con otros tres premios: Jurado Ecuménico, Giovani y Europa Cinemas Label.
También ganó el Premio del Público en la 37° edición del Festival Annecy Cine Italiano.
Es Hogar un retrato sensible sobre la maternidad, con los ojos puestos sobre niñas madres, sobre mujeres que deciden la consagración religiosa antes que ser madres, sobre la mujer y su capacidad de maternar aun sin hijos.
Sobre la mujer sola y solamente.
Sobre crecer. Los chicos y los grandes.
PALABRAS DE LA DIRECTORA
¿Por qué quise hacer esta película?
Hace muchos años tuve el deseo de hacer una película sobre uno de los eventos humanos más misteriosos: la maternidad. Quería investigar su impacto en la vida de una mujer. Siempre sentí que era una temática muy densa y compleja, que valía la pena no tener apuro y procesarla en mi tiempo personal de mujer y de cineasta. Por eso, a lo largo de los años, mientras hacia otras películas, regularmente entrevisté mujeres embarazadas y con hijos, leí, vi películas, observé. A medida que me acercaba a la cuestión, me daba cuenta de que en nuestra sociedad hay cierta retórica sobre la maternidad, concebida casi exclusivamente como un momento de felicidad y de plenitud indiscutible. Empecé a preguntarme qué le pasaba a todas aquellas mujeres que vivían la maternidad en una forma menos idílica y, siguiendo este interrogante, puse más atención en situaciones menos convencionales.
El encuentro con el embarazo adolescente fue un flechazo: la coexistencia de la carga emocional de esa edad y de aquella que implica la maternidad me atrajo profundamente.
Conozco bien a las adolescentes, trabajo con ellas hace más de diez años como profesora de literatura, tenemos mucha comunicación. Es una edad que me fascina por su intensidad y le veo un gran potencial cinematográfico: en el cuerpo de un adolescente las emociones son muy visibles. También el embarazo es una emoción para los ojos, un espectáculo de la naturaleza. Una adolescente embarazada tiene un fuerte impacto visual porque muestra una contradicción inmediata y conmovedora.