Noche de las Disquerías
5 noviembre, 2019Cine de terror, fantástico y bizarro
7 noviembre, 2019Y pasó la edición 2019 de los Premios de la Asociación Cronistas del Espectáculo.
Como siempre, los ACE son una gran celebración de encuentro, de abrazos, de homenaje, de reivindicación de la dignidad del trabajador teatral… y de sueños, de sueños se trata.
Mauricio Dayub ganó el ACE de Oro. Merecido. Muy merecido. Mauricio es único. Humilde hombre todoterreno de las tablas. Un verdadero laburante del teatro.
El equilibrista, con la dirección de César Brie también premiada, es una obra hermosa y ya lo dijimos aquí en Las Nuevas Temporadas.
Se jugó con verdad y con ganas de hacer lo que quería. Un teatro personal, un teatro que divierte, que conmueve y que nos sumerge en el particular mundo de los lazos familiares.
Hay algo de la conexión con el tiempo de la inocencia en El equilibrista. Es con esa sensación que uno se va de la sala después de haber reído, llorado y aplaudido por igual.
Regala Mauricio una caricia en la mágica posibilidad de asombrarnos ante la vida.
Quizás como un travieso truco de ilusionismo, casi propio de la obra, anoche no apareció en el sobre el cartel correcto, con su nombre escrito. Pero es él. Mauricio Dayub, el hombre de Oro de la temporada para ACE.
Queda enmarcado su nombre con el de los que engrandecen día a día el teatro de la Argentina.
ACE premió también a Cabaret como el mejor Musical, convirtiéndose en la mayor ganadora de la noche. Premios para la fantástica performance de Florencia Peña, para el siempre osado Mike Amigorena, para Alberto Negrin como Escenógrafo y como Director General de Musical, para Renata Schussheim (por Cabaret y por Hair), para Gerardo Gardelín y la producción de Gustavo Yankelevich.
Los más nuevitos, los que empiezan a mostrar su presencia, tuvieron su gran noche: Laura Grandinetti, sólida en cada paso que da, se llevó el ACE de Revelación femenina por Después de casa de muñecas. La obra, dirigida por Javier Daulte ganó como mejor drama y/o Comedia dramática
Iñaki Aldao, quien entrega una actuación compleja y completa en El curioso incidente del perro a medianoche, fue la Revelación masculina. También fue premiado Gonzalo Gonzalez por la iluminación (brillante trabajo) en la misma obra, producción de The Stage Company.
Un momento muy emotivo en el escenario fue la reunión de lazos de talento y lazos de sangre en el premio a Aire Familiar, con Nelly Prince y Cristina Banegas distinguidas por mejor Music Hall y/o Café concert. Hermoso tnerlas en ese escenario, rodeadas de toda la familia del Excéntrico.
Abrazarse, emocionarse. Pensarnos.
Paulo Brunetti, quien viene de trabajar mucho tiempo instalado en Chile, no dudó en hacer llegar una voz de solidaridad por el pueblo chileno, pidiendo por la democracia y la igualdad.
Los pensamientos, el compromiso, vinieron de la mano de dos de nuestros más grandes de la actuación: Osmar Nuñez, por Colaboración/Tomar partido se robó los aplausos, por lo poderoso de su actuación y por lo impactante de las obras. Llora Osmar, gigante, emocionado como un chico y lloramos todos. Marcelo Lombardero también se llevó su ACE por esa dirección.
Lo mismo que la tremenda actriz que es María Onetto, haciendo Potestad, de Pavlovsky, dirigida por Briski, con una obra que aún hoy nos sacude y nos interpela.
Grandes momentos, grandes premiados, los saludamos a todos.
Al gran equipo de comedia de La verdad, con Ciro Zorzoli, Juan Minujín y Jorgelina Aruzzi.
Al enorme equipo de infantiles comandado por Emiliano Dionisi, con sus Recuerdos a la Hora de la Siesta, con Ibarra y Rodríguez distinguidos por los Cronistas.
A Nico Vázquez, por su imbatible trabajo en Una semana nada más; a Claudio da Passano, con un Polonio para aplaudir en Hamlet; a Marta Lubos… Obra y actriz, ya que con La reina de la belleza, de Martin McDonagh fueron distinguidos como lo mejor del teatro alternativo.
También el aplauso para dos fantásticas actuaciones: Arturo Bonín por Un instante sin Dios y Cutuli con su gran Rey Lear.
Pero si me dan a elegir, cantaba alguien, voy a celebrar especialmente el trabajo del equipo de Petróleo.
Elisa Carricajo, Valeria Correa, Laura Paredes, Pilar Gamboa. Las niñas terribles.
Piel de Lava junto a Laura Fernández, se llevó a casa el premio por mejor autoría.
Juntas, desde hace años, explorando sin límites desde todos los géneros, el género.
Son un equipo poderoso, exquisito, lleno de herramientas de lenguaje, dramaturgia, de creación colectiva.
Esta es la voz de las mujeres que juntas, se planta y gana.
Petróleo cambia de salas y todo el tiempo queremos más de ellas.
Porque son inteligentes, porque exponen todo, entregan todo a la hora de esa creación y eso se nota y se agradece.
Celebro el día que abrieron las puertas para ir a jugar.
Jugar, jugarse, en el arte, tiene premio.
¿La reina? Pilar Gamboa. La mejor actriz. Una exploración profunda de la masculinidad, sus matices, sus debilidades, su esplendor y su caída, atravesada por el humor y por una caracterización de colección: el Carli…Ahora, filipino.
Pasaron los ACE, queda la emoción, quedan las criaturas sobrevolando los escenarios, quedan las alegrías y las lágrimas. Y queda la cara de Juan Leyrado, con la que voy a soñar un largo rato.
Con brillos o con errores, lo mejor de entregar premios es eso, tenerlos cerquita, tenerlos a flor de piel, compartiendo el corazón. El corazón del teatro. El corazón sobre todo.
Larga vida al teatro nuestro.
Placer de ser parte.