Lollapalooza: Finale

• Cerrame la 3.
  La tercera jornada de Lollapalooza Argentina nos paseó realmente por el camino de la diversidad.
  La grilla del domingo tuvo la primera presentación de Lali Espósito en el Festival, que salió airosa a fuerza de oficio. Radiante Lali en fluo style, pisó fuerte en territorio del pop.

Pero este sí que iba a ser un día de géneros entrelazados: el Lolla le abrió las puertas a La Mona Jiménez con sus historias que son un informe de la situación, en tiempo de cuarteto. La Mona encaró fuerte el escenario, enfundado en rojo furia, con su batallón de músicos, con sus ganas de tocar, eternas, encantando hasta al mismísimo Perry Farrell.

La Mona invitó al banquete que son sus shows, convidando sobre todo a las nuevas generaciones: “Miren que por ahí esta es la última vez que estoy en un festival”.

Estado de euforia, estado de felicidad, estado cuartetero y un estado físico envidiable el de Carlitos.

También el domingo nos iba a dejar una presentación a puro disfrute de Snow Patrol en Buenos Aires.
Gary Lightbody reflejó con su enorme sonrisa lo bien que la estaban pasando.
Un banda que siempre regala sets maravillosos.

El rock de festival se volvió setentoso con Greta Van Fleet, pibitos a puro sonido Zeppelin, con una actitud homenaje al rock más clásico, los chicos recargaron de adrenalina el lugar, con un frontman hipercarismático como Josh Kiszka y una actuación contundente.

Los Veloso son hermosos.
No hicieron una sola concesión, simplemente vinieron a ofrecer lo mejor que saben hacer. Buena música.
Ofertório es el concierto que está presentando Caetano junto a sus hijos Moreno, Tom y Zeca, que mostraron una cohesión fantástica en la performance vocal, en la unidad musical, en la creatividad y hasta en el desparpajo, con varios momentos de samba donde el cuerpo fue protagonista.

También coherencia de pensamiento viene de la mano de Caetano y sus hijos. Una reafirmación de la libertad artística. Y una bandera de libertad levantada una vez más para repudiar al presidente que hoy, con la insignia del autoritarismo y el odio, y hasta reivindicando el golpe de estado, gobierna tristemente el Brasil. El repudio hizo flamear la bandera de “Nunca más dictadura”.

El carismático cordobés Paulo Londra sacudió el Main Stage 1, con sus miles de seguidores rendidos a sus pies.
Invitado de lujo, pura fiesta para los presentes, Steve Aoki (esta vez con la camiseta de la Selección Argentina, con etiqueta y todo) se sumó al escenario, a puro salto y abrazos con Londra.

Héroe de la guitarra, Lenny Kravitz vino con su catarata de grandes éxitos de principio a fin. Todas, tocó todas sus buenas y grandes canciones.

Y se fue nomás el Lollapalooza, cerrando con otro de los más esperados, Kendrick Lamar, quien antes de su vigorozo set se dio una vuelta por lugares emblemáticos de la ciudad. Lamar, talentoso e inquieto, selló con su música el Lollapalooza 2019.

Repercusiones de otra tarde agitada.