Vivir con Virus
3 abril, 2020FestiKids en Casa
3 abril, 2020Caían los 80 y ardía Bolivia.
Los 90 se recargaron de color dorado y terciopelo bordó, de mesas compartidas , de performances sin control y de baile y osadía a cualquier hora.
El Dorado, Morocco y Ave Porco.
Ese hilo creador y conductor, se llamó Sergio De Loof.
¿Sentiste hablar de mí? es la respuesta de Sergio De Loof a la invitación del Museo Moderno a celebrar su impronta y su legado.
Una exposición que dio cuenta de la creatividad enardecida y desbordante de Sergio De Loof, con la que ha combinado hasta igualar el quehacer comunitario y la expresión individual, la pobreza y el lujo, el paladar aristocrático y el gusto popular.
De Loof, el creador exuberante, recargado y lleno de glamour pero a la vez conectado con las carencias y las desigualdades de la sociedad, con la diversidad, fue un creador emblemático y sensible del under local. Un buscador de las otras bellezas.
La inauguración fue un acontecimiento artístico y una catarata de recuerdos y emoción, con muchos amigos celebrando el genio creador de De Loof.
Siempre en el límite entre el arte, la moda, el diseño y el escándalo, con un pie adentro y otro fuera de cualquier sistema, De Loof puso en jaque con irreverencia crítica y humor corrosivo lo que entendemos por arte.
El registro documental de lo que fue su exposición en el Moderno, se verá este sábado a las 18 en el espacio online Cultura en Casa, en el Portal de https://www.buenosaires.gob.ar/
En los años noventa, De Loof concibió sus numerosos desfiles como reuniones colaborativas y comunitarias. Los entendía como pequeñas piezas que le debían mucho al teatro. Participaban de ellos sus amigos o conocidos, cuerpos bien diferentes y alejados de aquellos de las supermodelos. Su intención era crear “un arte y una moda hermosa para pobres y feos”, dando lugar en sus trabajos a las disidencias corporales y sexuales. En sus pasarelas, los modelos bailaban y actuaban con las ropas que Sergio componía con retazos, prendas de segunda mano, papel y revistas. Hizo uso de técnicas como el ñandutí, el bordado, el patchwork, el reciclaje. A través de ellas, De Loof valorizaba también una cultura artesanal que, en el marco de la convertibilidad y la denominada globalización, estaba llamada a desaparecer. Por eso, en sus vestimentas hay tanta belleza como nostalgia, tanto festejo como despedida.
Todo este trabajo se hizo posible con la colaboración del Complejo Teatral de Buenos Aires, del Teatro Argentino de La Plata y del Museo de la Ciudad, para la ambientación de la exposición, y al Museo del Cine por la digitalización de las piezas audiovisuales, más la Fundación IDA, que colaboró en la restauración y el préstamo del archivo de Sergio De Loof utilizados en la exposición.
La exposición en el Moderno que abrió en Noviembre pasado, estaba programada hasta el 26 de Abril.
Sergio murió días atrás, antes de terminar este último Marzo.