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21 julio, 2019Novedades del 25 de Julio
25 julio, 2019A mí se me ocurre que hay algo del espíritu de los haikus en la música de la Saga.
No justamente por las cuestiones de la brevedad, claro.
Más esa sensación de asombro y contemplación ante la poética que se desliza frente a nosotros…algo de eso, sí.
Hay algo de trance.
Hay algo de buen vino que ha madurado en su tiempo y condiciones perfectas, también.
Escuchar a La Saga de Sayweke es algo bastante cercano a un viaje muy personal, con boleto de ida y destino incierto.
Parte del engranaje de la banda, parece moverse en los pilares del ejercicio filosófico. Andar, disfrutar el camino del conocimiento, explorar, derribar muros.
¿Y qué mejor que lanzarse a una aventura sin reparos, sin prejuicios, sin más maletas que el instinto sabio y natural de disfrutar el momento presente?
En la previa de un nuevo show de la Saga, que ocurrirá en Agosto y a horas de otro show con Skay y los Fakires, le pregunto a Claudio Quartero cómo es zambullirse en ese viaje creativo.
CQ- El viaje que transforma los estados de ánimos en canciones, es un viaje muy dulce, plagado de momentos taciturnos … de imágenes, de pensamientos sin razones claras.
Así se generan canciones que al escucharlas desandan esos procesos, causando en quien las oye diferentes sensaciones: apabullantes, pero no vertiginosas…de desamparo, pero no lacerantes…otras de alegría, pero no estúpida .
Lo que busco como compositor son las esencias reales de lo que conmueve pero sin atajos ni artilugios.
“Lo que ocurre en vivo también va en esa dirección y teniendo en cuenta la paupérrima situación en la que se desarrollan nuestras presentaciones -lugares no preparados, “profesionales“ que ocupan lugares clave sin experiencia o con vicios adoptados a lo largo de años de doctrina comercial y demás- puedo considerar que llegamos bastante cerca del objetivo”.
Dicen que el tiempo es una construcción. Pero lo cierto es que con los años transcurridos, suele aparecerse ese asunto del goce sin límites. Un disfrute que no se mide, que se advierte como pura entrega. Sin urgencias, ni condicionamientos.
¿Cuánto de esta experimentación se desprende del disfrute profundo?
CQ- Tantos años con La Saga (26) de rodar, probar, errar, viajar, 16 CDs, cientos de horas de estudio, ensayos y miles de presentaciones me avalan para decir que cada segundo vivido nos representan a mí y a mis compañeros: Lean Sánchez y Diego Toba Munín, tal cual obramos y pensamos .
¿Qué es lo que más los conmueve o lo que más disfrutan en el proceso de crear las músicas?
CQ- Podemos vivir intensamente cada resultado de nuestras elecciones sin tener que depender de decisiones de ninguna empresa que pretenda decidir por nosotros . Esto da por resultado un trabajo liberado de cualquier exigencia comercial, de música trepanadora que no queda sólo como ruido acompañante del rato, sino que es música que pretende revalorizar las vibraciones por su poder curativo y por su magnificencia .
La gracia de la iluminación, la inspiración que motiva a hacer música, rodea a Quartero prácticamente desde que nació.
Quizás aquella característica de unicidad, de lo irrepetible, que sellaba cada exploración artística de los tempranos Redondos, haya sido suficiente estímulo.
Quizás los años con los compañeros de ruta indicados.
Quizás, ser parte de la fuente de juventud eterna que es el universo musical de Skay Beilinson.
Quizás tan solo llevar la sangre de la Ama de Todo, su madre, la Negra Poli.
Lo cierto es que acá están las canciones para volar.
Inspiradas y sin fin.
CQ- Lo que me inspira mi familia es la disciplina para llevar adelante objetivos que para muchos son utópicos .
De niño me propuse generar, crear, iluminar y no quedarme tan solo en reflejar o copiar.
Recibí de ellos el ejemplo de que con un puñado de gente a favor del sueño, aunque muchos no pongan el 100 % en él, si realmente estamos enamorados de la idea, eso bastará para lograrlo .
Hoy sigue siendo este un gran método que se ve realizado en las obras de La Saga y de Skay y los Fakires.
Mi lugar en todo esto es un lugar con función gravitante en la vida del sueño, donde tocar el bajo es lo de menos. Un lugar donde a través del camino recorrido aprendí a tirar cables, barrer, soldar, discutir, lógica, filosofía, a leer, a cuidar a los que quiero, cargar y arreglar equipos, entre otras cosas.
Hoy, junto al puñado de gente que acompaña esta dirección, sigo incorporando conocimiento y voluntad, más todo lo que sea necesario para que el sueño de conmover se dé en su máxima potencia,porque se sabe que de otra manera, la batalla por conocer el alma se perderá.
Los días del disfrute sin fin, siempre anidan en la música.
Bienvenidos al mundo de La Saga de Sayweke.
Pasen y quédense.