Puente de amor
8 agosto, 2020Puente
11 agosto, 2020Todavía no pasa la pandemia y ya pasó el Cosquín Rock.
La edición 2020 del Cosquín Rock tuvo no solo la -increíble- particularidad de ser online, dadas las condiciones impuestas por el aislamiento preventivo, sino que también le quedará grabada la marca de la capacidad de reinventarse de los artistas, la de los públicos de adecuarse a nuevas maneras de posible disfrute y la marca de la lengua, el idioma que nos une a todos los países de habla hispana, mismo idioma y mismo fuego de rock.
Cosquín Rock, en su plataforma diseñada especialmente, se convirtió este fin de semana en el primer Festival transmitido vía streaming con artistas en simultáneo desde distintas salas de conciertos.
Unas 170.000 personas disfrutaron de esta gran experiencia virtual en las formas, real en cuanto al intercambio artístico.
A los 76 artistas de Hispanoamérica que actuaron desde distintos lugares del mundo, hay que sumarles una cifra muy importante: la de las 1700 personas que trabajaron para esta edición, dinamizando la paralizada industria musical, al menos en este instante.
Un artista se proyecta en el escenario, se resignifica y revive.
Un artista es, con escenario.
La foto del estado de situación de estos días para los hechos artísticos tiene un circuito complejo. Los artistas se completan con su público, está claro y el público no vibra del mismo modo un concierto en vivo que a través de una pantalla.
Pero, pandemia.
Y en este desafío de repensarse y rearmarse para vivir, el festival nos dejó postales de quienes pudieron vencer sus propias limitaciones y llegar a conectarse con la gente, esa gente que no ven; artistas que pensaron shows con las canciones perfectas para sentir el abrazo; artistas que recurrieron a la creatividad tecnológica para decir presente; artistas que no dudaron en alzar la voz, como el Mono de Kapanga o Germán de Las Pelotas: “¿Dónde está Facundo?”
El Luna Park, La Trastienda, Vorterix y The Roxy fueron testigos de cada emoción en estos artistas que volvieron a estremecerse con el acto de tocar en vivo, pero también de la de los “operarios de la fábrica”, esa larga lista de los trabajadores del hecho musical, que pudieron ocupar otra vez su puesto de trabajo.
Este fin de semana de Cosquín Rock, muchos artistas pusieron a prueba su conexión con la gente, sus miedos, sus ganas, sus distintas modalidades técnicas, en cualquiera de los casos, ha sido un gran desafío para todxs.
Ya vendrá el aplauso en vivo, el pogo en directo, la platea llena, el pulso acelerado a la par. Mientras tanto, nos queda esta pequeña gran acción de empezar a mover la rueda y nos queda el arte.
Latió fuerte el Cosquín con los artistas: hubo power internacional con Molotov y su tremenda puesta; Airbag, hizo lo que hace siempre: demostrar en cada escenario que son una banda superior; los Cielo Razzo levantaron la tarde del sábado, conmovidos desde Santa Fe; Eruca Sativa, con Lula Bertoldi embarazada e imposibilitada de ir a la sala, recurrieron a resolver en imágenes pregrabadas desde cada casa, la unión de la banda tocando; Louta, ya sin su ropa de Louta, pero con Zoe Gotusso de invitada, dio un show precioso; Fernando Ruiz Díaz supo como hipnotizar a través de la cámara; los Caligaris reafirmaron para Argentina lo que el mundo hispano hace rato ve, y eso es su gran profesionalismo y puente directo a la alegría que es su música; Vicentico disfrutó fuerte con sus músicos ¡y se le re notó!
Hubo diversidad en la oferta, que nos movió desde el universo de Damas Gratis al de León Gieco. Desde Sara Hebe a Ratones Paranoicos. Desde los hermosos Massacre a los hermosos El Mató.
Hubo presencias importantes desde el mundo hispano, algunas bien conocidas, como Julieta Venegas, otras sorprendentes como Aviadores del Chako, de Paraguay.
Hubo alegría, rock fuerte, emociones más.
Algunos problemas de conexiones hicieron que los shows que no se pudieron ver bien el sábado, se revivieran el domingo al final de las grillas programadas. A.N.I.M.A.L, Los Tipitos y los fantásticos Attaque 77 pudieron así coronar la edición online del festival.
Pero cuando pasen el tiempo y la oscuridad de este tiempo, una foto, un momento, una canción, sin ninguna duda, serán la marca registrada de este Cosquín de pandemia. Y esa es la foto de Ciro y los Persas ante las butacas de un Luna Park vacío, del modo en que nunca lo vieron antes.
Tan solo…Tan solo…
Una imagen que jugó con el efecto de la resonancia. Esa certeza de existencia que nos devuelve el otro, esta vez fue casi un fantasma.
Y aún así, ese vacío doloroso, al menos vino a contarnos que seguimos viviendo.
Ph/Lole Martinez
“Tan Solo” – Cosquín Rock Online @Cosquin_Rock pic.twitter.com/ULfuZ8P1Jw
— Andres Ciro Martinez (@ciroylospersas) August 10, 2020
GENTILEZA COSQUÍN ROCK