Franny Glass, viento fresco del Río de la Plata
9 febrero, 2019Muñecos Diabólicos
10 febrero, 2019El Teatro El Nacional se ha colocado por cuarta semana consecutiva a la cabeza de las recaudaciones con la comedia “Una semana nada más”.
El éxito llega de la mano de figuras convocantes, queridas como Nicolás Vázquez y Benjamín Rojas, tras el suceso de “El Otro Lado de la Cama” sumando a Flor Vigna, con una obra dirigida por Mariano Demaría.
Una pareja parecía la pareja perfecta…hasta que deciden mudarse juntos y las diferencias hacen insoportable la convivencia.
Él se quiere separar y no se le ocurre mejor idea que pedirle ayuda a su mejor amigo.
La convivencia entonces no será de dos, sino de tres y a pura mentira, en una semana nada más para terminar con la farsa. Y con la pareja, desde ya.
La obra es fresca, ágil, los tres están fantásticos en sus personajes, son un terremoto bien guiado y logran fuerte el propósito de la comedia: risas y más risas.
“Una semana nada más” se ha convertido en la obra éxito de la calle Corrientes, por un lado seguramente porque el equipo artístico se conoce de verdad y disfruta cada encuentro y eso se nota en el escenario; también probablemente porque el apoyo en la producción de Nacho Laviaguerre, Adrián Suar y Edgardo Ariel Alba sostiene para que todo salga a la perfección y quizás, por sobre todas las cosas, por el elemento esencial: las personas. Y acá nos detenemos en Nicolás Vázquez.
Hay que verlo. Pero hay que verlo de verdad, eh?
Nicolás Vázquez no termina su función en el escenario.
Pocas veces vi a un actor que, cual rock star, salga del escenario tras la función para ir a estrechar manos, a confundirse en abrazos, a saltar entre la gente, a devolver más cerca la energía única del público, a llevarse más cerquita de su corazón el cariño, el agradecimiento por el buen momento compartido, a vivir el aplauso desde la platea, desde el pullman, desde cada uno de los pasillos del teatro, el aplauso con todo el cuerpo.
Casi como un momento de misa, desprovisto de cholulaje. Uno ve al hombre que acaba de entregar todo en su trabajo en el escenario y ve que necesita llevarse ese cariño de la gente. Y lo va a buscar. Y el público sabe…y abraza.
Es un momento hermoso, que se vive tras una comedia muy bien hecha, con artistas que traspasan barreras, pantallas, que son ídolos de gol aunque en vez de seguir una pelota sigan un texto.
Nico, hoy…Hoy te convertís en héroe de la comedia.