El Maipo sigue brillando
8 mayo, 2020Lo nuevo de Silvio
14 mayo, 2020La novela de la irlandesa Sally Rooney fue un éxito de ventas y apenas apareció, se convirtió en el libro del año.
Esa fue la gran plataforma de despegue para el traspaso de Normal People al mundo de las series de TV, que hoy exhibe orgullosa la señal de Hulu.
Una historia de amor según pasan los años, pocos años a decir verdad, ya que son muy jovencitos los protagonistas, mas el conflicto es sin tiempo: Qué hace que un hombre y una mujer se conecten con pasión y cómo aparecen tan de repente vueltas y conflictos particulares, que vistos desde la perspectiva del televidente, bien podrían resolverse tan solo con palabras, con poder decir.
La dirección es notable, la cámara se mueve enamorada de sus criaturas, hermosos ambos, con sus momentos cumbre que se desvanecen en segundos ante la primera sombra de inseguridad, de temor, o tal vez simplemente de necesidad de vértigo.
Tan iguales, tan distintos, gente común.
Marianne y Connell.
Daisy Edgar-Jones y Paul Mescal, imprimen una química tan perfecta que no podés creer la cantidad de veces que los vas a ver chocarse contra la imposibilidad de estar con alguien a quien aman.
Ah porque sí, se aman. Pero van a hacer todo lo posible para que no resulte.
Hay sexo por todos lados y de todas las formas. Y también hay soledad, mucha, por todos lados y de todas las formas.
Quizás estén pagando karma y entonces él tendrá que aprender a poner en palabras antes de seguir perdiendo. Ella por su lado, tendrá la difícil tarea de romper la asociación amor/dolor.
Hay muchos fantasmas y algo de la individualidad bien conquistada, que al no ser negociable, se vuelve un obstáculo para estos dos normales.
Amar y quedarse.
O simplemente elegir.
Pierdas lo que pierdas.
Una historia de amor, así, simple. Sin tiempo. Sin dulzura.
Nota 1: Excelente observación se hace en la serie sobre la importancia de la terapia psicológica ante un cuadro depresivo.
Nota 2: La banda sonora es tan perfecta como la serie, con estocadas como Only you de Yazoo o Love will tear us apart de Joy Division en una versión desangrada de Nerina Pallot.
Corrijo. Un Adiós, de Cerati, hubiera calzado perfecto.
Poder decir adiós, es crecer…