El Fidae marcha sobre tablas

Son momentos de pura emoción esos en los que estalla el aplauso en la platea y el corazón del artista palpita y vuela en el escenario.

Deborah Colker presentó en Fidae “Cão Sem Plumas” (Perro sin Plumas), un espectáculo basado en el poema homónimo de João Cabral de Melo Neto.

Y fueron varios los minutos en los que la platea del Sodre agradeció batiendo palmas.

Una fiesta de danza política, en la que los cuerpos funden arte y destreza para dialogar directamente con nuestra conciencia.
La obra muestra la pobreza de la población ribereña, el descuido de las elites, la vida en el manglar, de “fuerza invencible y anónima”. La imagen de “cão sem plumas” sirve para el río y para las personas que viven en su entorno. “El espectáculo es sobre cosas inconcebibles, que no deberían ser permitidas. Es contra la ignorancia humana. Destruir la naturaleza, los niños, lo que es lleno de vida”, dice Deborah.

Y entonces la danza se mezcla con el cine y esos cuerpos son mangue y cangrejos, grito y poesía.

*João Cabral vivía en Barcelona, como diplomático, cuando leyó en una revista que la expectativa de vida en Recife era menor de que la de India. La noticia lo impulsó a escribir “O cão sem plumas”.

Mucho para ver: danza, teatro, murga. Fidae sigue latiendo fuerte.

En medio de esta apuesta a la cultura que es el festival de artes escénicas, hablamos en Montevideo con su director, José Miguel Onaindia.

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