Maestro Piazzolla
11 septiembre, 2018Juana sinuosa
11 septiembre, 2018Era hermoso.
Un dandy.
Tan elegante al andar, tan elegante al cantar.
Yo lo adoraba y él lo sabía.
La última vez que lo vi, fue en un concierto de su hija Juana en el Centro Cultural Kirchner.
Ocultaba un poco su bastón. Era bien coqueto. Y lo pude abrazar con ganas, tanto hacía que no lo veía…
Mucho tiempo atrás, lo había descubierto gracias a mi querido e inolvidable compañero Adolfo Castelo. “Nadie canta Como dos extraños como él” me había dicho Adolfo entonces.
Y así era nomás.
Escucharlo era una experiencia de cercanía única con el tango.
Para mí era como un Vinicius de Buenos Aires.
Que bien decía Horacio, que bien le hizo al tango convirtiéndolo en una caricia.
Gracias Maestro…Perdón si me ves lagrimear…