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La Conquista de las ruinas

Las imágenes se suceden al ritmo de una música que habla de vértigo.
La tierra en su doble expresión, abrumadora y abrumada, en el notable trabajo documental de Eduardo Gómez.
La Conquista de las Ruinas propone un acercamiento y una reflexión sobre la tierra, el espacio que habitamos y la contradicción que aparece en cuanto el progreso del hombre suele estar ligado a la destrucción de la memoria de esa tierra.
Pueblos arrasados, tierras profanadas, atropellos sobre la identidad de los pueblos originarios contrastan con el alto cielo de los edificios de la gran ciudad.
Un documental en coproducción entre Bolivia y Argentina, filmado en Cochabamba y en Villa El Chocón, entre Neuquén y Río Negro.
Los trabajadores de las canteras se acostumbran a vivir codeándose con el riesgo y la idea de que la muerte es parte de la vida, rodeados de desmesurada naturaleza, uno puede morir en cualquier momento.
Un testimonio que pone luz en el extractivismo y en los abusos sobre la tierra, con el valor de la mirada paleontológica, sabia a la hora de reflexionar sobre el sino de destrucción que marca a la humanidad a la hora de construir.
Hay consecuencias.

Caballo de mar

Ignacio Busquier nos regala en su ópera prima una gran interpretación de Pablo Cedrón, un trabajo que lo muestra casi permanentemente en pantalla, para asistir al agobio de un hombre, marinero él, al que en una noche de desembarco en un bar un tanto fantasmagórico, se le esfuman las rutas planeadas.
Rolo, es el marinero cansado de la vida en alta mar, que pierde su barco en un pueblito portuario. Esa misma noche, desaparece Leo, un joven al que había conocido en el bar, en un breve intercambio que intriga desde el primer minuto. Rolo deberá encontrarlo para librarse de Loyola, un policía que lo acusa de complicidad en un robo. En la búsqueda conoce a Dora, de quien se enamora y por la que estará dispuesto a hacer cualquier cosa.
Caballo de mar es una historia de suspenso, el misterio está presente de punta a punta de un filme muy bien logrado, que deja una estela de nostalgia por un actor enorme que se fue demasiado pronto.